Política Económica y economía Política

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Chiclayo, Lambayeque, Peru
"Una y otra vez mas, mis ojos al cielo pidieron solo un poco de tranquilidad, y respuesta no tuvieron "

martes, 12 de junio de 2012

La minería en el Perú

"Cuando hablemos de la minería peruana debemos darnos cuenta de lo que sucede en el mundo. España ha entrado técnicamente en recesión, lo que afecta a Europa en su conjunto. Alemania apenas crece. China disminuye su crecimiento. Mientras todo eso ocurre, en Perú nos damos el lujo de discutir si debe haber una mina o no, sin pensar en el contexto internacional". 
Esta aseveración nos llama a la reflexión de cuán importante es analizar y tomar en cuenta el escenario internacional porque la minería es uno de los sectores que soporta la economía del país ya que permite contar con las divisas que se necesitan para invertir en el desarrollo. Gracias a esos recursos vivimos sin crisis presupuestales o déficit fiscales. Esto último ya desapareció por completo. Y, por el contrario, contamos con superávit fiscales que nos permiten afrontar cualquier eventualidad en las finanzas públicas, y aún más, las crisis financieras internacionales como la de Estados Unidos hace un par de años atrás.
Las divisas que obtenemos provienen del conjunto de las exportaciones, pero las realizadas por las compañías mineras constituyen un componente importante.
Los absurdos sostienen que de ninguna manera debiera haber minería, lo cual no es realista. Lo razonable es que haya una minería social y ambientalmente responsable.
Respecto al Proyecto Minero conga en Cajamarca, mucha gente dice "Conga no va", pero no reparan en que si Conga no va sería como dispararnos a los pies, quitándole a las inversiones el contexto de estabilidad que requieren para desarrollarse. En tal sentido, es importante que el gobierno no ceda ante las presiones de los absurdos difrazados de "ambientalistas" -como Arana y compañía-, quienes se oponen a la minería y, más bien se continúe impulsando a que el proyecto se concrete.
En ese sentido, Conga es un caso emblemático. Si no se hace ahora sería una pésima señal a los inversionistas del mundo.
Coincido con quienes proponen que se debe desarrollar mayor valor agregado. La minería lo hace con el refinamiento de minerales en Cajamarquilla y en Ilo. Lamentablemente, todavía se exportan productos con poco procesamiento a países que tienen sus propias refinerías. Es necesario hacer un esfuerzo en ese sentido, esto es parte de ser un pais primario-exportador, ya estamos dejando de serlo con las exportaciones agrícolas, también podemos hacerlo con las exportaciones mineras.
La economía es una ciencia social, este hecho lo demuestra. La actividad economica altera, cambia, modifica la relación hombre-recurso, hombre-hombre. Definitivamente, las relaciones sociales, los nuevos actores económicos ya no serán los mismos. En medio de todo ello, el medio ambiente, "la buena tierra" que nos ofrece la oportunidad de generar riqueza, debe ser respetada (por asi decirlo), pues es el único activo que prevalece al hombre y del cual las naciones del mundo han basado su desarrollo tanto económico, social y tecnológico. De no hacerlo, el conflicto social siempre será aprovechado por los "falsos ambientalistas" para envolver a las poblaciones cercanas, y sera plataforma social para sus pretenciones políticas.

martes, 21 de abril de 2009

Raices del Liberalismo

En cierto sentido, a lo largo de la historia no han existido más que dos filosofías políticas: libertad y poder. O bien se debería disponer de libertad para vivir la vida como se desee, siempre y cuando se respeten los derechos iguales de los otros, o bien se debería otorgar a algunos la facultad de utilizar la fuerza y obligar a otros a actuar de una forma distinta a la que elegirían por voluntad propia.

No es de extrañar que la filosofía del poder haya seducido siempre más a los que lo ejercen. Esta filosofía ha sido denominada de muchas maneras: cesarismo, despotismo oriental, teocracia, socialismo, fascismo, comunismo, monarquismo, estatismo de bienestar, etc., y las diferencias existentes entre las bases fundamentales de cada uno de estos sistemas no han hecho sino sepultar sus principales similitudes.

La filosofía de la libertad también ha sido denominada de varias maneras, pero sus defensores siempre han coincidido en el respeto por el individuo, la confianza en la capacidad del hombre común para tomar decisiones acertadas sobre su propia vida y la hostilidad hacia los que están dispuestos a recurrir a la violencia para lograr sus objetivos.

Es probable que el primer liberal conocido haya sido el filósofo chino Lao-Tse, famoso sobre todo por escribir el Tao Te Ching en el siglo VI antes de Cristo. Como él mismo afirmaba, «sin ley ni compulsión, los hombres vivirían en armonía». El taoísmo es una afirmación clásica de la serenidad espiritual que asociamos con la filosofía oriental. Se basa en «el yin y el yang», es decir en la unidad de los opuestos, y anticipa la teoría del orden espontáneo mediante su enseñanza de que la competencia puede ser un medio para alcanzar la armonía. El taoísmo recomienda, además, la no intervención de los gobernantes en las vidas de los pueblos.

Al margen del ejemplo de Lao-Tse, las auténticas raíces del liberalismo se encuentran en Occidente. ¿Se convierte por ello acaso el liberalismo en una cerrada idea occidental? No lo creo. Los fundamentos de la libertad y de los derechos individuales son universales, al igual que lo son los principios de la ciencia, a pesar de que el descubrimiento de una buena parte de ellos tuviera lugar en Occidente.